Abejas por la Agroecología
El 20 de mayo de este año se celebró el DÍA MUNDIAL DE LAS ABEJAS.
El tema del año fue “Abejas comprometidas” con un enfoque específico en la producción de abejas y las buenas prácticas adoptadas por los apicultores para apoyar sus medios de vida y ofrecer productos de buena calidad.
Ecoapicultores.com asume su papel: Abejas por la Agroecología.
Amenazas para las abejas y los polinizadores
La diversidad de las abejas y otros polinizadores en todo el mundo se halla en declive. A esta tendencia preocupante contribuyen varios factores, entre los que cabe destacar el uso generalizado de prácticas agrícolas insostenibles, el empleo de monocultivos, la utilización excesiva de productos agroquímicos y los efectos del cambio climático y la variabilidad del clima.
Los cambios en el uso de la tierra y la estructura del paisaje, las prácticas de agricultura intensiva, los monocultivos y el uso inadecuado de plaguicidas han causado grandes pérdidas y la fragmentación y degradación de sus hábitats. Las plagas y enfermedades que se producen como resultado de una disminución de la resistencia de las colonias de abejas y de la mundialización, que favorece la trasmisión de plagas y enfermedades a larga distancia, suponen también una amenaza importante.
“No podemos seguir centrándonos en aumentar la producción y la productividad en base al uso generalizado de plaguicidas y productos químicos que amenazan los cultivos y a los polinizadores”, advirtió el Director General de la FAO, José Graziano da Silva
“Debemos
ahora convertir nuestras palabras en acción, y llevar a cabo
actuaciones específicas para mantener las abejas y otros
polinizadores, asegurando así su supervivencia y, por consiguiente,
nuestra propia supervivencia”, dijo por su parte el ministro
esloveno de Agricultura, Bosques y Alimentación, Dejan Židan.
Más
del 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo dependen en
cierta medida de la polinización para obtener rendimientos y
calidad. La ausencia de abejas y otros polinizadores eliminaría el
café, las manzanas, almendras, tomates y el cacao, por citar tan
solo algunos de los cultivos que dependen de la polinización.
Las abejas necesitan protección para garantizar el futuro de nuestros alimentos.
Las
prácticas agrícolas sostenibles -y en particular la agroecología-,
pueden ayudar a proteger a las abejas, al reducir la exposición a los
plaguicidas y ayudar a diversificar los paisajes agrícolas.
“A
través de la agroecología, la FAO busca optimizar las interacciones
entre las plantas, los animales, los seres humanos y el medio
ambiente. Las innovaciones son necesarias y deben basarse en la
creación conjunta de conocimiento, combinando la ciencia con la
sabiduría y las experiencias locales, como un proceso social”,
indicó el Director General de la FAO.
Cuatro factores importantes sobre las abejas:
1. Incrementan la cantidad de alimentos
Las abejas y otros insectos polinizadores mejoran hoy en día la producción de alimentos de 2 mil millones de pequeños agricultores en todo el mundo, ayudando a garantizar la seguridad alimentaria de la población mundial. Los investigadores han demostrado que si la polinización se maneja de forma correcta en pequeñas explotaciones diversificadas -con todos los demás factores permaneciendo iguales- el rendimiento de los cultivos pueden aumentar en una media significativa, hasta el 24 por ciento.
2. Incrementan la calidad de los alimentos
Alimentos más ricos en micronutrientes -como frutas, hortalizas y semillas- dependen de la polinización. Si una planta ha sido bien polinizada, -lo que significa que ha recibido una cantidad suficiente de polen- desarrollará un fruto más grande y uniforme. Una manzana redonda -por ejemplo-, significa suficiente polinización, mientras que las manzanas deformes implicarían una polinización insuficiente o desequilibrada. En general, las plantas ponen más recursos en los frutos polinizados, aumentando así la calidad y el sabor.
3. Las abejas y los polinizadores necesitan entornos favorables para prosperar
Los polinizadores necesitan recursos adecuados para alimentarse, lugares con abundante polen y néctar de las flores. Requieren un lugar para anidar y para comer, y un entorno natural, no tóxico. Hace cien años, los pequeños sistemas agrícolas, diversificados y libres de pesticidas, resultaban muy favorables para los polinizadores. Este tipo de entornos pueden encontrarse todavía hoy en día en los países en desarrollo, como Kenya.
4. Las principales amenazas
La ausencia de un hábitat adecuado para las abejas y otros polinizadores podría conducir a una disminución continua de la polinización. Monocultivos, pesticidas, enfermedades y temperaturas más altas asociadas con el cambio climático, plantean problemas para los polinizadores -y, por extensión- a la calidad de los alimentos que producimos. La disminución de la polinización puede suponer también una amenaza inmediata para la nutrición. Si esta tendencia continúa, algunos cultivos nutritivos -como frutas, frutos secos y muchas hortalizas- serán sustituidos cada vez más por los cultivos básicos como el arroz, el maíz y la papa, lo que resultaría finalmente en una dieta desequilibrada.
"Sin abejas sería imposible alcanzar el objetivo principal de la FAO: un mundo sin hambre", José Graziano da Silva
Fuentes:
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